Mientras algunas se llevarán el secreto a la tumba, otras lo confiesan abiertamente. Pero lo cierto es que, tarde o temprano, casi todas caen.
Las que no se atreven a pasar por el periplo de la anestesia y el bisturí optan por soluciones menos invasivas. Y es que el quirófano no es el único aliado de las vips para combatir el envejecimiento: las jeringuillas de los médicos estéticos son las más codiciadas por las famosas (y famosos) españoles para restarse años de forma no tan agresiva.
La mesoterapia facial –los tratamientos de belleza y rejuvenecimiento a través de microinyecciones de productos naturales y medicamentosos– se ha convertido en la técnica favorita de las «celebrities» para detener el temido paso del tiempo. Desde las infiltraciones de toxina botulínica hasta los cócteles del celebrado ácido hialurónico, pasando por el colágeno, las vitaminas, las hidroxiapatita cálcica, los «peelings», los hilos de oro (o hilos mágicos) que tan de moda se han puesto o los lipoinjertos... Las posibilidades son ilimitadas.
Todos ellos son trucos de belleza mínimamente invasivos que apenas requieren atención ambulatoria, y sólo aquellos más exagerados –o con una menor tolerancia del dolor– exigen anestesia local. El invierno es una época especialmente favorable para pasar por «chapa y pintura», ya que el frío reduce las hinchazones y la vida social se reduce, por lo que es fácil ocultar sus secuelas.
Aún así, los ricos y famosos invierten 2.500 euros de media en tratamientos cuya duración es temporal: la mayoría de los productos son reabsorbibles y en seis meses, sus efectos desaparecen. Pero es lo que conlleva vivir bajo el escrutinio público y bajo la presión social: que los famosos, a veces sin control, tratan de convertirse en Holanda, pero en vez de ganarle tierra el mar, le ganan tiempo a la vejez.
ANA VILA JOYA
Clínica: Vila Joya.
Especialidad: Ácido Hialurónico, Hilos Mágicos y Toxina Botulínica.
Esta Doctora de medicina estéticaempezó infiltrando con mucho éxito productos para rejuvenecer. Ubicada en Madrid, en su propio centro en el barrio de Salamanca de la capital, donde atiende a los vips. Sus clientes se vuelven rápidamente adictos a sus tratamientos y a su manera de trabajar la piel.